Todo sucedió como las cosas lindas suceden en la vida: de repente.
Por trabajo, solía reunirme en diferentes locales de una cadena comercial de café
(no diré el nombre pero comienza con Star y termina con Bucks). Solía ir mucho,
pero en un punto comencé a aburrirme de las mismas bebidas en versiones altas
y grandes.
Ese aburrimiento hizo que todo cambiara.
Empecé a visitar diferentes cafeterías de Lima, llamadas cafeterías de
especialidad, y redescubrí esa bebida que poco a poco comenzó a despertar una
energía y pasión en mi interior: el cafecito peruano.
De preguntona, comencé a conocer diferentes presentaciones: espresso,
capuccino, filtrado, coldbrew; y luego, comencé a conocer diferentes maneras de
prepararlo: V60, moka italiana, chemex, clever, etc. Y los baristas comenzaron a
explicarme de dónde venían esos granos de cafecito:
- De la tostaduría- me mencionaron algunos.
- ¿El cafecito no viene tostado? - Preguntaba.
Algunos se reían y me explicaban que el café viene de un lindo cerezo rojo o
amarillo, que luego se despulpa y termina blanquiverde, antes de pasarse a tostar.
- Pero antes el café viene del caficultor, de las fincas - afirmaron otros.
Y así, como quien no quiere, aunque buscando conocer de dónde salía esa bebida que me permitía tomar un rico desayuno, encontrarme con amigos o concentrarme en el trabajo, fui conociendo las bellas historias detrás del cafecito peruano.
Conversé con tostadores, coffee hunters, catadores y viajé a algunas zonas caficultoras con ganas de aprender más: Villa Rica, Oxapampa, Rodriguez de
Mendoza, Piura, Pichanaki, Jaén, entre otros. En todas las fincas o fundos, conocí historias de entrega, de familia, de mucho desprendimiento y trabajo, ya que los caficultores realmente se esforzaban para sacar los mejores granos en cada cosecha, sabiendo que al final iban a llegar, en forma de cafecito, a la mesa de otro peruano para alegrarles el día.
- Por eso es que este cafecito sabe más rico – concluí – porque lleva mucho
cariño detrás.
Y así fue que decidí crear Cafecito Routes: un blog que busca contar cómo me enamoré del sabor y las historias detrás de nuestro café. Con el animo de que, así como yo, muchas personas, conociéndolo, logren enamorarse de él.
Cafecito Routes busca que más peruanos conozcan, prueben, se enamoren y disfruten su cafecito de manera sencilla, que puedan vivir esa energía y pasión que el cafecito peruano me dio.
Y tú ¿Qué cafecito vas a probar hoy?
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